viernes, 24 de junio de 2016

Una razón para el "Sí" a la fusión de cooperativas

Mañana se somete a votación la fusión entre las cooperativas que forman el Grupo Farmanova (Cofaran, Cofarte, Cofarca, Cofex, Hefaral, Hefagra, Xefar y Jafarco), Cofarcir y Cecofar. Los socios de todas estas cooperativas se reunirán en asamblea general extraordinaria para decidir el futuro de esas empresas de las que son propietarios. No me digan que este trascendental plebiscito no viene en un momento oportuno, precisamente cuando se acaba de celebrar el referendum en el que el Reino Unido ha decidido salir de la Unión Europea.

La votación de mañana en estas cooperativas farmacéuticas guarda una importante similitud con el referendum del Brexit: Los que van a votar no tienen la más remota idea de las consecuencias que esa decisión puede tener, y van a votar basándose en lo que les ha dicho una persona presuntamente autorizada para opinar (yo mismo, por ejemplo) o simplemente en sus sentimientos. Ya es tarde para informarse bien sobre esta decisión, así que van a tener que fiarse Ustedes de lo que lean en este u otros artículos, o de lo que les dicte su corazón.

Me preguntaba uno de mis seguidores en Twitter mi opinión sobre un artículo titulado "10 razones para el 'No' a la fusión de Cooperativas", escrito por Guillermo Schwartz, un socio de Cofarte, la cooperativa de Tenerife. Antes de nada, he de decir que respeto profundamente las opiniones del Sr. Schwartz y es de agradecer que algún medio publique alguna opinión favorable al 'No', en medio de esta empalagosa y sospechosamente uniforme campaña a favor del 'Sí' con la que nos han bombardeado los medios afines al régimen estos días. Aparte del artículo del Sr. Schwartz, solo he encontrado un movimiento contrario a la fusión liderado por un grupo de ex-consejeros de Cofaran, cuyas ideas pueden leer en este blog: https://procesofusion.wordpress.com/

Por otro lado, los argumentos que todos los próceres del sector están dando a favor del 'Sí' me parecen bastante pobres. Que si el objetivo de la fusión es fortalecer el modelo farmacéutico, que si es para desarrollar mejor los servicios profesionales, que si es para ganar músculo financiero... Todo esto son mantras que solo buscan tocar la fibra sensible, a falta de un argumentario más sólido - y probablemente de un votante mejor formado para entenderlo - para provocar ese voto basado en el sentimiento. Es lo que coloquialmente llamamos demagogia o populismo, tan de moda en estos tiempos.

Dicho esto, si yo fuera socio de cualquiera de estas cooperativas, votaría que sí por una sola razón que puedo resumir en la siguiente frase: Voten sí, por la cuenta que les trae. Pero antes, algún comentario sobre el artículo del Sr. Schwartz.

El primer argumento que esgrime el Sr. Schwartz es puramente económico y hace referencia a que la valoración de sus aportaciones es insuficiente porque las cooperativas canarias valen más de lo que sus socios van a obtener en forma de capital en la nueva cooperativa. Este tipo de comentarios son síntoma de ese egoísmo tan contrario al espíritu cooperativo y que, antes o después, acabará con este movimiento de origen social y solidario. Por otro lado, es un comentario absurdo. Las cooperativas no valen nada, porque los beneficios futuros que puedan obtener están basados en las ventas que esta pueda hacer a sus propios propietarios. Es una pescadilla que se muerde la cola, son los propios socios los que hacen que sus acciones valgan más o menos en función de lo que compran.

Tampoco puedo estar de acuerdo con el argumento de la singularidad canaria, por mucho que esté reconocido por la Unión Europea. Antes o después, los farmacéuticos se tendrán que enfrentar a la cruda realidad de que, en este mundo moderno, la competencia no es a escala provincial, ni siquiera nacional, sino global. Las multinacionales que pretenden hacerse con el negocio de la distribución minorista, la singularidad canaria se la pasan - disculpen la grosería - por el forro de sus caprichos. La única singularidad de las Islas Canarias para estas multinacionales (y esto va por los compañeros baleares que han cometido el error, a mi juicio, de bajarse del carro) es que están llenas de turistas europeos con el bolsillo lleno y necesitados de productos farmacéuticos. Así que el día que puedan, estarán Ustedes los primeros de su lista.

El resto de argumentos de D. Guillermo he de decir que me parecen lógicos. Por ejemplo, cuando dice que en un país con la sanidad descentralizada, es peligroso alejarse de esa interlocución directa con las administraciones autonómicas. Es un argumento a tener en cuenta. También comparto esa afirmación de que un proyecto de este tipo no puede centrarse en el reparto de los 25 sillones que conformarán el futuro consejo rector. Yo iría más lejos y diría que 25 sillones son demasiados sillones para una empresa que pretenda tomar decisiones a la velocidad que el nuevo contexto va a requerir. Déjense de politiqueos y de contentar a todo el mundo y pongan en el consejo rector a 10 farmacéuticos con criterio empresarial (no se si hay tantos como 10 en toda España, pero bueno). Otro argumento de peso es el de las sinergias que menciona el Sr. Schwartz. ¿Cómo se pretende justificar un proyecto de esta envergadura con sinergias por valor de 10 millones de Euros, cuando el grupo va a facturar 2.500 millones al año? Es comprensible que en este momento, los consejos rectores de las cooperativas implicadas no puedan ser excesivamente transparentes con las consecuencias que esta fusión debe tener si se pretende un verdadero saneamiento económico: Cierre de almacenes, despidos de directivos, empleados, optimización de repartos, etc. Como ellos no se lo van a decir, se lo digo yo: Prepárense para un proceso duro de ajuste, prepárense para las movilizaciones de los trabajadores, para los socios descontentos que se pasarán a la competencia, y otros efectos secundarios propios de una fusión en la que existen tan evidentes duplicidades.

Compartiendo algunos argumentos con el Sr. Schwartz, y sin dejar de ser crítico con la manera en que los promotores de este proyecto pretenden convencer a los socios, les voy a explicar los motivos por los que yo creo que deberían de votar 'Sí' a esta fusión. Estoy seguro de que ninguno de ellos se le oculta a los prohombres de la distribución que están detrás de este proceso, fundamentalmente los Sres. Mingorance y Pérez-Ostos. Lo que ocurre es que ellos nunca se van a atrever a contarles la cruda realidad y yo sí.

La liberalización de la oficina de farmacia en España es inevitable. Tardará en llegar un año o un lustro, pero va a llegar y los que cortan el bacalao en la industria y la distribución lo saben perfectamente. En un nuevo contexto donde la propiedad de la farmacia este abierta a las personas jurídicas y donde la apertura de farmacias en núcleos urbanos esté menos restringida de lo que está ahora, el mercado se lo van a disputar empresas muy poderosas, cadenas de farmacias de ámbito no ya nacional sino internacional. Walgreens, Lloyds, CVS, Well, todas ellas desembarcarán con estas marcas u otras adaptadas al público español. Va a ser una guerra sin cuartel, donde el farmacéutico independiente quedará a merced de estos gigantes y donde el actual modelo cooperativo, con empresas de ámbito regional y un grado de integración vertical de bajo compromiso no servirán. El objetivo de esta fusión no es defender el modelo como algunos pretenden hacerles creer. El objetivo es salvar los muebles ante la inevitable e inminente destrucción del Modelo Mediterráneo. Hagan el favor de mirar hacia el Mediterráneo y díganme como ven el futuro del Modelo. Pues eso.

Están Ustedes a tiempo, ahora que no va a haber un gobierno español fuerte capaz de hacer reformas, ahora que la UE va a tomarse unos años de digestión del Brexit. Están a tiempo de preparar estructuras más potentes, con mayor poder de negociación frente a una industria farmacéutica que, no les quepa duda, acabará seleccionando a qué distribuidores suministra y a quienes no, como hace en otros países. Entidades con suficiente relevancia nacional como para influir en las decisiones de los gobiernos nacional y autonómico, como hacen todas las grandes empresas. Empresas que sean capaces de superar esa monstruosidad del despilfarro que supone la actual logística farmacéutica, esa que tanto les gusta y que llaman eficiente, cuando es todo lo contrario. Grupos integrados verticalmente capaces de ofrecer a la industria control sobre el punto de venta, que es en última instancia lo único que valora aquella. Capaces, ya que les gusta tanto hablar de servicios, de desarrollar y comercializar servicios de manera homogénea, que es la única manera de que alguien pague por ellos. Olvídense de los colegios, las sociedades profesionales, las patronales de boticarios. Todos estos órganos van a desaparecer y el poder estará, como en todos los demás sectores, en las corporaciones, en las grandes empresas que sean capaces de hacerse con el corazón y el bolsillo de sus clientes. Comprendo que les disguste que hable de sus clientes, y comprendo que hagan muecas cuando hablo de bolsillos, y no de pacientes. Pero seamos francos con nosotros mismos, como leí hace poco en un blog, esto es un puro negocio.

Hablando de negocios y de músculo financiero, no me canso de repetir que una fusión no sirve para reducir deudas, a no ser que se pretenda liquidar algún activo, que no me consta que esté en la agenda de nadie. Ninguna de las cooperativas que van a esta fusión tiene un balance excesivamente bonito y algunas lo tienen bastante feo. El problema no se soluciona con una fusión, el problema se solucionará cuando los dueños de estas empresas dejen de tener el 98% de su patrimonio a título individual y solo un 2% en el capital de la cooperativa. En otras palabras, mayor compromiso y menos egoísmo.

Este proceso es inevitable. ¿Por qué si no ya se están sumando otras cooperativas como la gallega Cofaga, cuando la fusión ni siquiera se ha aprobado? De aquí a unos pocos años no van a existir cooperativas regionales o provinciales en España, ni siquiera en las islas. Así que sean proactivos y no esperen a que sea demasiado tarde, a entrar a última hora pidiendo sopitas y teniendo que hacer concesiones a un grupo ya constituido donde las reglas del juego las marque otro.

Por eso les recomiendo fervientemente que voten 'Sí' a esta fusión. Voten 'Sí' por una sola razón. Voten 'Sí' por la cuenta que les trae.