viernes, 10 de mayo de 2013

Un tiro en el pie

Ésta semana se presentó el estudio que la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles - en adelante, la FEFE - ha encargado al Departamento de Organización de Empresas de la Universidad Complutense, bajo éste prometedor título: El Impacto del Cambio de Regulación sobre el Acceso a la Propiedad de las Oficinas de Farmacia. Vaya por delante que el estudio me parece bueno, por que es conciso y está bien documentado, aunque no comparta sus conclusiones.

Para aquellos lectores del blog que no lo hayan leído, está a su disposición en este enlace:

Es práctica común esto de encargar a una universidad un estudio para refrendar las ideas que uno quiere defender, buscando un marchamo de objetividad y base científica. Se hace en todos los sectores y en el sanitario es una costumbre muy arraigada, y que gusta mucho a los periodistas. El titular, un estudio de la Universidad de Michigan demuestra, etc., está muy visto. Es muy habitual por otro lado que unos meses - o años - después salga un estudio de otra universidad que diga precisamente lo contrario. Pero esa es otra historia.

Lo que no es tan común es encargar un estudio y que el contenido del mismo esté repleto de datos y estadísticas que aquellos contrarios a tus tesis puedan utilizar para defender precisamente lo contrario. El estudio en cuestión es, desde mi punto de vista, un inoportuno disparo en el pie de los titulares de oficina de farmacia que forman la propia FEFE.

Me explico con varios ejemplos:

1. En la página 9, aparece un gráfico donde se expone el gasto farmacéutico total por habitante en Europa, distinguiendo países en los que la propiedad de la oficina de farmacia está limitado, de aquellos en los que es libre. El propio profesor Sandulli, autor del estudio, admite que "no existe relación estadísticamente significativa entre ambas variables". Esto se aprecia muy bien en los datos, donde aparecen países como Alemania o Francia (con la propiedad limitada) con gastos por habitante que equivalen al 160% de otros como Noruega o la República Checa, con acceso libre a la propiedad.

2. En la página 10, aparece un gráfico que relaciona el crecimiento del gasto farmacéutico por habitante en el periodo 2006-2010 con el régimen de acceso a la propiedad de la farmacia. Las conclusiones de los datos expuestos son bastante similares, aunque la correlación es algo menos débil. Países como Holanda, Portugal o Noruega (con libre acceso a la propiedad) han contenido mejor sus gastos que otros como España o Alemania, donde existen limitaciones.

3. En la misma línea, y rompiendo uno de los grandes mitos del colectivo de titulares, en la página 11 aparece un gráfico que relaciona acceso a la propiedad con el precio medio de los medicamentos, tomando como base 100 el precio en Suecia. Una vez más, países como Alemania (131) o Dinamarca (118), con propiedad restringida, aparecen muy por encima de Holanda (96), Noruega (91) o Reino Unido (84), donde la propiedad es libre. 

En las conclusiones (pag. 26) el estudio expone que "El cambio en el régimen de acceso a la propiedad de la oficina de farmacia no está relacionado con un ahorro en el gasto farmacéutico asociado a la receta del SNS". Los datos refrendan esa conclusión, pero también refrendarían esta otra, "El cambio en el régimen de acceso a la propiedad de la oficina de farmacia no está relacionado con un aumento en el gasto farmacéutico asociado a la receta del SNS". La redacción más precisa conforme a los datos expuestos es que no se puede demostrar que el régimen de acceso a la propiedad de la oficina de farmacia aumente o disminuya el gasto farmacéutico.

Este es el momento en que algún prohombre de FEFE intervendría diciendo: Entonces, si el libre acceso a la propiedad no ahorra gasto, ¿porqué cambiar el statu quo? Mi respuesta, a la vista de estos datos sería, ¿porqué no cambiarlo, si está visto que tampoco tiene porque aumentar?

Conclusión que yo extraigo de este punto: Se puede eliminar la reserva de propiedad a favor del farmacéutico sin temor a que el gasto farmacéutico aumente.

Estos datos tienen su explicación que, a falta de alguien experto en la materia - seguro que la Universidad Complutense tiene alguno - opine en sentido contrario, es bien sencilla. En la mayoría de los países europeos los precios de los medicamentos están regulados, y en muchos de ellos para fijar los precios se tomar como referencia los de otros países europeos. De ahí que las limitaciones a la propiedad no tengan, por si solas, tanta influencia como pretende vendernos la FEFE sobre el gasto.

4. Continua el estudio y en la página 14 aparece un gráfico relacionando régimen de propiedad con el nivel de concentración del mercado mayorista, expresando la suma de cuotas de mercado de los 6 grandes distribuidores europeos (Celesio, Phoenix, Alliance Healthcare, Sanastera, Oriola y Mediq). En países como Francia o Finlandia, con propiedad restringida, estos 6 acaparan casi el 100% del mercado, mientras que en Bélgica, Eslovaquia, o Polonia, el mercado está mucho más atomizado.

¿Dónde está la tan temida concentración? ¿Dónde están las cadenas y porqué no aparecen? Sinceramente, mis conocimientos no van tan lejos como para explicar porqué en unos países hay más concentración que en otros, pero si puedo alcanzar una conclusión preliminar: Que la eliminación de restricciones a la propiedad no siempre provoca una mayor concentración.

Curiosamente, el autor del estudio parece olvidar las estadísticas cuando formula su conclusión en este aspecto al afirmar que el cambio en el régimen de propiedad producirá muy previsiblemente una concentración de la misma. Ahí, desde mi punto de vista, peca de falta de rigor, a la vista de los datos.

5. En la siguiente página (15) se expone un gráfico que relaciona régimen de propiedad y número de habitantes por farmacia. Una vez más el propio estudio admite que "no existe una correlación significativa entre el modelo de propiedad y la densidad de oficinas de farmacia en un país", conclusión que se aprecia al primer vistazo del gráfico. En él aparecen Austria (6.700 hab/farmacia), Finlandia (6.615) o Dinamarca (17.252), con ratios altísimos compatibles con propiedad restringida, y por otro lado Bélgica (2126), Estonia (2.800) o Bulgaria (1.750) con ratios más bajos, compatibles con el libre acceso a la propiedad.

Es lógico que no exista una correlación, puesto que la densidad de población no se ha tomado como variable a la hora del análisis. El autor y quien ha pagado el estudio sabrán porqué han omitido este dato, que hubiera sido interesante. Sin él, la conclusión evidente es que liberalizar la propiedad no tiene porque reducir el número de habitantes por farmacia, y por tanto la capilaridad.

A mi, como economista y como contribuyente, la gráfica en cuestión me lleva en todo caso a cuestionarme si no es más productivo y más eficiente un modelo en el que cada farmacia abastece a 10.000 habitantes como el sueco, que uno como el griego donde cada farmacia sólo abastece a 1.000. Al final, los costes fijos de cada establecimiento, se pagan con los impuestos de todos y quizás deberíamos empezar a pensar en estos términos, y no tanto en términos de capilaridad. Pero ese es otro debate, para otro post.

***

En fin, como ven el estudio es interesante, aunque no muy favorable a los intereses de quienes pretenden impedir que el Gobierno, en cumplimiento de sus compromisos con la UE, elimine la reserva de propiedad a favor del farmacéutico en la próxima Ley de Servicios Profesionales. Cosa que previsiblemente ocurrirá a lo largo del segundo semestre de 2013.

Al margen de las estadísticas, el estudio tiene cosas curiosas. En la página 22, dice que "la eliminación de restricciones en el acceso a la propiedad de farmacia provoca que los empleados prioricen su faceta comercial frente a su faceta sanitaria y que en países con farmacias liberalizadas la responsabilidad de la gestión de la oficina de farmacia suele recaer en personal no farmacéutico". En este sentido cabría decir que en España, donde la propiedad está restringida, también ocurren estas cosas y no hay manera de impedirlo o de demostrar que ocurre en mayor o menor medida que si la propiedad fuera libre. Quienes hemos trabajado en este sector durante años sabemos que hoy en día priorizar la faceta comercial es una necesidad vital para cualquier farmacia y que la gestión de la farmacia en muchos casos no recae sobre el titular, como sería deseable. Por otro lado, aparte de citar estudios elaborados por autores con apellidos muy sonoros (Gorecki, Taylor y Harding, etc.), tampoco se aportan datos que lo corroboren, seguramente porque no existen.

También me ha hecho gracia - y con esto termino - el apartado octavo, donde nos explica que la distancia media a una farmacia, si se liberalizara la propiedad (y nos encontráramos de pronto en el apocalíptico modelo anglosajón del Reino Unido) pasaría de 800 metros a 1.300 metros. Yo, sinceramente, si pongo en un plato de la balanza que los ciudadanos de este país tengan que caminar 500 metros más para ir a por sus medicinas, y en el otro que se cumpla un principio constitucional - y de la UE - como es la libertad de empresa, lo tengo claro: Vayan comprando unos zapatos más cómodos.